En mi niñez siempre me atraparon los hilos, las telas, las lanas y las revistas de “ labores”. Tuve la posibilidad de presenciar tanto el poder confeccionar prendas o cosas para la casa con telas nuevitas recién compradas en la tienda ( siempre estaba husmeando en la máquina de coser de mi tía abuela Elba, máquina a pedal, mueble lustroso y muchas revistas de moda), como el ver que unas cortinas  que en la mañana protegían del sol en una ventana y a las que el mismo astro rey había dejado desteñidas y gastadas, en la tarde esa misma tela formaba parte de los almohadones de las sillas de la cocina (mi abuela Alba tenía la capacidad de, en unas pocas horas, reciclar las telas, lavarlas y usar la parte que aún sirviera para confeccionar otra cosa, y lo más admirable: cosía a mano !!  Ahí aprovechábamos los retazos para hacer muñequitas de trapo y así mi abuela entretenerme en las calurosas tardes de verano en el pueblo Solís de Mataojo, lugar en el que me encantaba pasar mis vacaciones.

De más grande compraba revistas de manualidades como para atesorarlas y hojearlas de vez en cuando, hasta que a los 22 años tuve mi primera máquina de coser.

Si bien estudié ciencias económicas y me dediqué a la administración, las finanzas y el gerenciamiento, en el año 2000 decido tomarlo no solamente como hobby sino como parte de mi trabajo, y de ahí en más me dedico a los ajuares para bebés, decoración de dormitorios para bebés, enseñando más adelante en el programa de Canal 4 BUEN DIA URUGUAY cada lunes un producto diferente y compartiendo con la gente cada cosa que iba aprendiendo y perfeccionando.

En el 2004 comienzo a incursionar en el patchwork pero no es hasta el 2006 que lo veo como mi pasión. Ahi comienzo a tomar cursos tanto en USA en algunos festivales y eventos como en Brasil, a donde prácticamente no he faltado a los festivales de patchwork de Gramado – RS . Ese Brasil que amo tanto como a mi propio país, que me ha abierto puertas y me ha enseñado de una manera generosa mucho de lo aprendido.

En el 2008 y 2009 lentamente me voy dedicando al coaching, gerenciamiento y actividades administrativas, quedando las manualidades y el patchwork como una actividad recreativa.

En  febrero de este 2014 decidí dedicarme 100 %  a esta actividad que tanto amo y que tantas satisfacciones me ha dado y lo continúa haciendo.

Doy cursos regulares de una vez a la semana, doy clases a domicilio, seminarios en taller , y si juntas tus amigas y quieren organizar un seminario en vuestras casas , allá voy !

Cada día que transcurre siento que una de las mayores satisfacciones de mi vida viene de mi trabajo, del crear, del aprender, del trasmitir lo aprendido y compartirlo todo.

Cada día al despertar tenemos la posibilidad de elegir como sentirnos, de ser felices con las pequeñas cosas que se nos brindan: un día soleado, una sonrisa, un agradecimiento, un perdón, un “te quiero”.

El elegir realizar un arte como el patchwork es una caricia para el alma y un alimento para nuestro corazón

Cariños

Marcia